En los últimos tiempos, Japón ha conmocionado al mundo por una serie de terremotos y tsunamis muy devastadores que causaron un impacto lógicamente dramático, pero en el artículo que hoy nos convoca intentaremos acompañar esa tenacidad y convicción de su pueblo con parte de sus legendarias historias y a su vez con el gran protagonismo de las hojas de un té verde como el Houjicha de Fuji Green Tea que se encuentra en las maravillosas colinas de Shizuoka. A lo largo de la historia Japón atravesó una serie de luchas intestinas por el poder de los Shogunes, etapa en la que la isla estaba absolutamente dividida, y fue alrededor de principios del siglo XVII que se instala en el país Tokugawa Ieyasu en la prefectura de Shizuoka (conocido anteriormente como Sumpu), comenzando su reconstrucción y la búsqueda de la unidad política y social del país. Según cuentan algunas historias y leyendas, Tokugawa Ieyasu era un ferviente bebedor de té verde, al que también se lo consideraba un maestro consumado en el arte del “chado”, precisamente la famosa Ceremonia Japonesa del té, El monte Fuji es una de las estrellas más importante que brilla en Shizuoka, ya que este conocido volcán es el pico más alto de Japón y todo un símbolo de la isla. Esta prefectura está considerada como uno de los mejores sitios de donde proviene el té verde de Japón, goza de un clima templado de cuatro estaciones y un suelo muy rico en minerales, con muchas horas de sol y un buen nivel de precipitaciones. Posee parajes de mucha belleza y cálida contemplación, y no es casual que Shizuoka signifique “Shizu” (tranquilo) y “Oka” (colina), siendo precisamente esta región donde Shizuoka Tea produce desde el año 2000 sus Fuji Green Tea con una amplia gama de productos Premium entre los que se destacan una serie de conocidos tés verdes como el Sencha Premium, el Geinmaicha, el Matcha Genmai, el Houjicha, el Gyokuro, el Kabusecha o el Kukicha, entre otros tantos. En esta ocasión estamos con un té verde de Fuji Green Tea muy diferente llamado Houjicha, el cual luego de la recolección de las hojas, van al vapor y al secado, pero luego se les va a realizar un tostado en ollas de porcelana sobre carbón (en muchos casos), produciendo modificadiones en la hoja de color verde a un marrón intenso. Se lo puede producir a partir de las hojas del té verde Bancha o del té Sencha, que es de superior calidad, (como en esta oportunidad), presentando colores absolutamente diferentes al té verde tradicional por dicho tostado, adoptando un aspecto visual ámbar con tonalidades tenuemente marrones, aromas asados y ahumados que se traducen en boca con sabores acaramelados, y a nueces, no es para nada astringente debido a la pérdida de catequinas en el proceso de tostado, siendo un té verde muy diferente y sumamente fresco y armonioso. Como vemos, tanto el monte y volcán Fuji, como a sus pies la tan pintoresca prefectura de Shizuoka, han sembrado una página importante en la historia de la isla nipona, así ha sido también con sus paisajes rodeados de montañas, ríos y llanuras, que junto a sus magníficas plantaciones han aportado tanto valor a la maravillosa cultura del té a nivel internacional. Bon Appetit.