Avales

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9 de marzo de 2010

TE OOLONG: EL PRINCIPE AZUL.

Entre uno de los últimos té puros que hemos desarrollado, se encuentra uno que está caratulado como “diferente” al resto, veamos algunas características distintivas.
Lo cierto es que nos vamos a referir en esta ocasión al té Oolong, también conocido como té azul. Tiene una gran historia detrás que parte de su descubridor, un jóven llamado Wu Liang (Oolong), que durante su recolección habitual de té, decidió ir a cazar y preparar un ciervo, con lo que se olvidó de toda la carga de té que llevaba por horas. Cuando la panzada ya estaba hecha, volvió sobre su té, y este había cambiado de color, sorprendido, continuó con la preparación, lo probó y dio cuenta de otros sabores que no había reparado anteriormente, con aromas más persistentes y ahumados, y les contó a todos sus amigos, enseñando su preparación, según señalan, este fue el origen del té Oolong.
Todo el proceso de elaboración con este té se fue dando de diferente modo, ya que no consistía ni un té verde sin oxidar, ni un té negro muy oxidado, quedó en una semi oxidación que ya le otorgaba cualidades, aromas y sabores de ambos, su elaboración tenía características propias, se señala que el mejor momento de identificar la detención de la oxidación está entre un 15% a un 85%.
Este té posee una gran cantidad de taninos, menos que el té negro, pero más que el té verde, contiene muchos minerales.
El té Oolong presenta un color calabaza, brillante, más claro que el té negro, con aromas persistentes, terrozos, algo ahumados, pero con notas frutales, melosas, bien maduras, que le otorgan un gran equilibrio y un sabor muy intenso, y se lo puede percibir muy suave y redondo en boca. Sin lugar a duda, tiene características diferenciadas con los otros tés, posee un gran nivel de complejidad en sus aromas y sabores, lo que indudablemente lo da un sello de distintividad. Bon Appetit.

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