Su nombre es muy llamativo, y quizás sea su procedencia lo que más atraiga la atención, ya que Earl Charles Grey fue conde de la corona británica en la década de 1830, y el logro más destacado durante su gobierno, fue abolir la esclavitud. Sin embargo, cuando se menciona el nombre Earl Grey, la asociación directa, no es con el conde, (del que quizás, provenga el nombre), sino es con uno de los tés más famoso y más consumido del mundo.
Este té es un blend (mezcla), que está compuesto por té negro, y se combina con aceite de bergamota, un cítrico que se cultiva favorablemente en el sur de Italia, que aromatiza el blend, y que se extrae de la cáscara, y si bien esa es la composición, se le suelen agregar pétalos de algunas flores, para saborizarlo aún más, y el origen del té negro podria ser de India, Ceylán, y hasta China.
De más está decir que las propiedades del té negro son innumerables, es destacable por sus propiedades antioxidantes, su poderosa acción en la eliminación de líquidos, su conocida sensación de saciedad, que beneficia el control de peso corporal y el gran poder estimulante de la cafeína, que no es la misma del café, y que no altera en la misma proporción, el sistema nervioso. Por otro lado, la bergamota es un fruto que tiene propiedades descongestionantes, muy relajantes, combate la ansiedad, y se sostiene que posee algún poder antidepresivo.
Es uno de los té más consumidos en el Reino Unido y en EEUU, y se presume que se debe a su gran aromaticidad, posee colores naranjas intensos y muy brillantes, los aromas cítricos de la bergamota, que le otorgan una identidad, y también notas especiadas que suele regalar este fruto, que combinadas con el té negro, le otorgan cuerpo, frescura y equilibrio, se lo suele consumir caliente o frío, con el agregado de algunas gotas de limón, pero particularmente, sus aromas y sabores, en estado puro, nos abren un nuevo capítulo, en el camino al reconocimiento de un sinnúmero de mágicas sensaciones placenteras, que nos suele regalar la vida. Bon Appetit.