Tras la 23.ª reunión del Grupo intergubernamental sobre el
té, celebrada en Hangzhou del 17 al 20 de mayo de 2018, el Gobierno de la
República Popular China propuso el establecimiento de un Día Internacional del
Té, que se celebraría el 21 de mayo de
cada año.
En su 72.º período de
sesiones, celebrado en septiembre de 2018, el Comité de Problemas de Productos
Básicos (CCP) respaldó la propuesta y solicitó a la Secretaría que trabajase
con la Mesa del CCP a fin de someter la propuesta a la consideración del
Consejo en su 160.º período de sesiones, con vistas a presentarla a la Asamblea
General de las Naciones Unidas en su próximo período de sesiones, en 2019.
El té, que en la actualidad se cultiva en más de 50 países,
ofrece una fuente vital de empleo e ingresos, a menudo en algunas de las
regiones más pobres del mundo. Se calcula que hay más de 13 millones de
personas, incluidos cultivadores de té y sus familias, cuyos medios de
subsistencia dependen del sector del té.
Asimismo, el té contribuye a la seguridad alimentaria al
ayudar a los países exportadores a generar divisas y financiar el costo de sus
importaciones de alimentos. La bebida a base de té representa un legado ancestral,
que se remonta a 5 000 años atrás, y encierra una rica cultura, historia y una
valiosa contribución al desarrollo socioeconómico contemporáneo.
El objetivo de celebrar un Día Internacional del Té cada año
consiste en aumentar la conciencia acerca de los muchos beneficios del té
para los productores y los consumidores por igual y fomentar el desarrollo del
sector del té y su contribución a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.