Cuando hay que tejer historias sobre un té y es necesario contextualizarlo de algún modo, en muchos casos su enriquecimiento será dado desde las antiguas leyendas; China está cargada de ellas, y el Imperial Dragonwell que es reconocido como uno de los mejores té verdes chinos y uno de los más exquisitos del mundo, será ideal tenerlo en cuenta junto a este aporte histórico.
Este té está atravesado por una gran diversidad de leyendas en las que se cuenta que el emperador Qianlong probó una taza de esta infusión que cosechaban jóvenes vírgenes con tijeras y cestos de oro, pero recibió la noticia de que su madre estaba enferma, y partió raudamente llevando hojas en su manga, al llegar, la madre advirtió su maravilloso aroma y al beber la infusión recuperó la salud inmediatamente; de allí en más se aplanaron sus hojas, imitando la forma de su manga.
La otra leyenda más fabulosa aún, pero aportada por monjes taoístas, es que el pueblo de Hangzhou se vio atravesado por una ola de sequías con su correspondiente caída de sus cosechas, lo que determinó que su población padeciera numerosas hambrunas, el ruego de los sacerdotes taoístas para que no se desabastecieran los manantiales de agua hizo despertar al dragón que habitaba el pozo, lo que produjo la aparición de grandes lluvias que fueron agradecidas y bendecidas por la población llamando a su cueva “pozo del dragón” o “lung ching”.
Este té verde se cultiva en la provincia de Zhejiang a 800 metros sobre el nivel del mar, es una zona montañosa con clima templado y precipitaciones abundantes anualmente. Se cosecha solo una vez al año, producido a mano y elaborado con la yema y la primera hoja que le otorga la categoría “Lung ching grado 1”, luego se le da un cocción al vapor y un paso de sartén, como la mayoría de los tés verdes chinos, para detener el proceso de oxidación, posteriormente, en algunas ocasiones, a la hebra se le da la forma de un dragón.
Se infusiona durante unos dos minutos con una temperatura de 80º C, obteniéndose un té de aspecto brillante con colores amarillos y tonalidades verdes esmeraldas, aromas vegetales y florales muy frescos y perfumados, y sabores con notas dulces y muy suaves que le otorgan una gran untuosidad.
Sabemos que en la cultura China, y en el taoísmo en especial, la influencia del yin y el yang siempre está presente en sus diversas formas y que se concentra en las energías, la complementariedad y los opuestos de la mujer y el hombre, y que están simbolizados por el Tigre y el Dragón respectivamente; evidentemente en el maravilloso té Imperial Dragonwell, esa integración, equilibrio y armonía que destaca la filosofía china, van a ser alcanzadas en su máxima expresión. Bon Appetit.