
La iniciativa fue organizada por la Asociación Civil Basta de Demoler y por Eclaire El Arte del Té, quienes entre las 11 y las 14 hs, se hicieron presentes en la esquina de las avenidas Rivadavia y Callao, para servir el té entre el público que se
Entre las propuestas de los congresistas, surgió la de concesionar la confitería para que finalmente pueda reabrir, y que el primer piso, (que posee acceso independiente), tenga un destino cultural, pero lo cierto es que entre medio de los deliciosos té de Eclaire, y el dinamismo de los jóvenes de Basta de Demoler, se percibían estados de ánimo que se contradecían, ya que el público y los organizadores compartían esa triste visión de la realidad, en la que El Molino es un claro ejemplo del abandono del patrimonio porteño considerado un Monumento Histórico Nacional.