Avales

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20 de diciembre de 2011

TÉ DE CEYLON: UNA LÁGRIMA DE PLACER

Al sur de la India hay una pequeña isla tropical que tiene una llamativa forma que bien podría representar una lágrima, y a la que precisamente por ese particular motivo y debido a su ubicación, se la considera para muchos, La Lágrima de la India. Pero lo que nos va a resultar sorprendente será que es uno de los pocos países en los que al extraordinario té que producen, se lo sigue llamando en la actualidad como se lo conoció al país durante muchísimos años: Ceylon.
Al igual que en la India, en 1824 hubo experimentos botánicos con plantas de té de China en el Jardín Botánico Real de Peradeniya, junto a plantas obtenidas en Assam y Calcuta, unos años más tarde a través de la East India Compañy. Precisamente en ese año 1839, se establecerá también la Cámara de Comercio de Ceylon, y posteriormente, en 1854, será el turno de los plantadores de la Asociación de Ceylon.
Pero será en 1867 con la plantación de las primeras semillas a manos de James Taylor, que se dará nacimiento a la industria del té en 19 hectáreas de Loolecondera, a la cual se la equipará con una fábrica de té y con su primer envío de un cargamento de 10 kg que llegará directamente de Londres hasta Ceylon.
En ese contexto y en esa misma década será que los hermanos Akbar comenzarán con las plantaciones de té, sucediéndolos futuras generaciones hasta que en 1972, precisamente cuando Ceylon pasa a convertirse en Sri Lanka, se constituye Akbar Brothers Limited consolidando la compañía familiar y convirtiéndola en una de las más importantes productoras de té en el país y uno de los mayores exportadores.
Entre los productos que se comercializan hay una gama de té negros y té verdes que se los encuentra tanto en hebras como en bolsitas, blends de diferentes sabores con una gran tipicidad de envases que los protegen. En este caso, cataremos un té negro Premium Akbar Gold, que es el más premiado de la compañía y que lo podremos disfrutar en esta oportunidad, en sus clásicos saquitos.
Este Akbar Gold presenta un aspecto visual con un color caoba intenso, muy profundo, con aromas cítricos clásicos de los tés de esta isla, predominando la lima, en boca una delicada acidez, muy equilibrada con algunas notas de almendra, y una textura fina y muy amable en toda la boca, presentando una gran calidad a lo largo de las siguientes infusiones. Como vemos, Sri Lanka puede representar una lágrima en su particular fisonomía, pero en última instancia, al comprobar lo agradable y exquisito de sus tés, notaremos que podrá parecer una lágrima, pero de alegría, de gozo, de placer, al distinguir y disfrutar cada una de las sorprendentes y maravillosas cualidades sensoriales que siempre lo caracterizan. Bon Appetit.

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