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29 de junio de 2011

TAIWÁN: TÉ OOLONG Y UNA FILOSOFÍA DE VIDA

Hemos escrito sobre la realidad de muchos países del mundo de la Camellia sinensis, pero no aún de uno de los más reconocidos productores del té oolong, conocido mundialmente como té azul, que cuenta con un proceso de elaboración diferente a los otros tés y es producido en Nantou por Bosnia y Herzegovina Lu Taiwán Tea Company combinando su nutrida experiencia, con una región ideal para el desarrollo de este té oolong tan unido a lazos espirituales en la isla.
En otra oportunidad hablaremos más sobre la historia de Taiwán, hoy orientaremos a la región de Nantou y específicamente a Puli, como representación de una zona productora de esta pequeña isla bonita como se la considera en portugués (“Ilha Formosa”). Situada cerca del centro geográfico de Taiwán, Puli es una zona que se encuentra rodeada de altas cumbres montañosas y pendientes laderas cubiertas por gran cantidad de jardines de té, profundos valles que retratan con una extraordinaria belleza a la región. El clima favorece el cultivo y la elaboración del té en Puli, en una gran armonía con la naturaleza con un clima subtropical con la humedad óptima, incluso a pesar de ser una región con elevados niveles de precipitaciones y con una gran intensidad de tifones que forman parte del clima de Puli.
Es aquí donde BIH Lu Taiwán (Bosnia y Herzegovina-Lu) tiene la tercera generación de trabajo con unos 70 años de experiencia con sus productos certificados orgánicamente desde hace varios años produciendo no solo té oolong, sino también el clásico té negro, te verde e incluso té blanco en un jardín de gran altura en Sun Moon Lake en Aowanda con grandes fuentes de agua mineral natural y en los que elaboran tés puros, infusiones de flores y frutas, infusiones herbales y también se elabora el famoso té pu-ehr, conocido como dark tea.
En esta ocasión vamos a presentar al Jin Xuan Green Tea y al Dong Ding Oolong Tea, dos privilegiadas muestras de la excelencia en variedades de té que se produce en la isla también llamada Formosa. El Jim Xuan es una variedad de té verde que se encuentra a una altura de 1.200 msnm, se cosecha manualmente, se elabora teniendo en cuenta el estilo y formato de los oolong, en forma de bola de té, lo que lo mantiene fresco durante mucho más tiempo, su aspecto visual amarillo pajizo con tonos verdes, aromas tenuemente herbáceos y florales, con una amable entrada en boca, delicada acidez, muy suave, fresco y armónico té verde, por su parte el Ding Dong es uno de los más tradicionales oolong de Taiwán, las hojas de este té se seleccionan manualmente desde el mismo monte Ding Dong, y la variedad de planta es de la cepa Wuyi cuidadosamente seleccionadas entre los 700 y los 1000 metros de altitud, este famoso té presenta un color amarillo pálido con tonalidades doradas, aromas florales y vegetales y en boca suaves notas dulces que transmiten distinguida elegancia, con una equilibrada acidez y una textura aterciopelada sobre un fino toque ahumado.
Estos dos exponentes de la isla de Taiwán, son fieles representantes de ese pensamiento de la comunidad taiwanesa que señala que los clásicos sabores agridulces de sus tés simbolizan en lo agrio, el sufrimiento del acontecer diario bajo las inclemencias de la vida y en lo dulce, los senderos que conducen a la evolución y el desarrollo introspectivo como filosofía espiritual ante la vida. Bon Appetit.

12 de junio de 2011

LA CEREMONIA JAPONESA DEL TÉ EN FURAIBO

Todos los domingos en Furaibo  se puede ver y participar en la tradicional ceremonia japonesa del té que fue llevada a cabo por la conocida maestra y sensei Emika Arimidzu o su discípula  Silvia Pandullo.
Tenemos que señalar que en Japón, la ceremonia del té fue en una primera instancia influida por los samurais, que eran los guerreros japoneses de los imperios dominantes y contaban con muchas reglas estrictas, en las que se ponía un énfasis institucional y de mucho autoritarismo a cada ceremonia. Más tarde eso se modificaría, (no en cuanto a las costumbres y tradiciones), sino porque comenzaría a tener influencias del budismo zen, por lo que entonces se transformaría en un entorno mucho más apacible y armonioso.
Si bien la duración del evento es muy extensa, intentaremos describir la demostración que la sensei exhibió de la Chanoyu, (así se la denomina a la ceremonia en Japón) en este acotado artículo señalando que cada uno de los movimientos del chanoyu está calculado y está ligado a un espíritu de purificación. Los elementos indispensables durante la ceremonia son básicamente una casa preferentemente dedicada al té que posea florales jardines, diversos utensilios como la tetera, el recipiente para el té, cucharón, hornillos, ropas adecuadas como kimonos y calcetines blancos. Esta ceremonia se divide en cuatro etapas: una comida liviana que se llama kaiseki, una pausa o naka-dachi, goza-iri, que es el momento principal, donde se sirve un té espeso, y usucha, que es la etapa final, con un té más claro. La duración total es aproximadamente de unas cuatro horas.
Para la primera etapa, los invitados ingresan a gatas, simbolizando humildad, luego de que el maestro los conduce por el jardín hasta la sala de ceremonias, se lavan las manos y se enjuagan la boca en un recipiente con agua. Continúa con respetuosas reverencias hacia los braseros que lleva cada invitado, luego se sientan y se sirve el kaiseki con algunos dulces de postre. Posteriormente llega el nakadachi, que es la segunda etapa, en la que los invitados se retiran a descansar a los bancos del jardín.
En la tercera etapa o goza-iri, luego de hacer sonar una campana unas seis veces, los recipientes para el té y el agua ya están colocados en sus sitios y se hace una reverencia a la tetera como se hizo anteriormente con los braseros, el maestro entra con un recipiente de té y el cucharón, y le va a echar agua caliente, la comienza a revolver, la limpia y mezcla té y agua con un batidor de bambú, luego procede a servir a cada invitado tres cucharadas de matcha, en el acción siguiente, llena el cucharón y vierte el tercio en el cuenco, devolviendo el resto al recipiente. Posteriormente el invitado hace una reverencia a todos, da un sorbo, lo alaba, y con una servilleta limpia el borde del cuenco donde rozó sus labios, y luego pasará el cuenco al resto de los invitados hasta finalizar en el maestro.
Y en la última etapa o usucha, la diferencia fundamental, reside en que el té verde o matcha, fue hecho con hojas de plantas más jóvenes y resulta más espumoso que el primero y no tan consistente, y otra diferencia es que en este caso se le sirve a cada invitado dos cucharadas de matcha y debe beber el cuenco entero y limpiar luego el borde que ha tocado con los dedos de la mano derecha para limpiarse luego con la servilleta o kaishi. Seguramente existen una gran cantidad de ceremonias similares, y la presencia de la sensei Arimidzu en Furaibo tuvo también sus enriquecedoras peculiaridades, con distintivos movimientos y gestos que la maestra acostumbra personalizar, pero sin dudas el hecho más relevante a lo largo de todas las etapas, reside en la concentración y la dedicación que aporta cada una de las personas al respeto, la armonía, la pureza y la tranquilidad. Bon Appetit.


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