Avales

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21 de diciembre de 2010

THUNDERBOLT TEA Y SU LUNA DE PLATA

El sitio no casualmente es denominado un jardín, ya que todo lo que implican cada una de las plantaciones de té de Darjeeling son tan preciadas por su encanto como por los aromas y sabores al obtenerse la codiciada infusión, y precisamente todo lo que rodea a Margaret’s Hope Silver Moon de Thunderbolt Tea se refiere a las historias y leyendas que se han contado alrededor de cada uno de estos soñados parajes.
Todo ocurrió en el comienzo de la década de 1930 en las plantaciones propiedad de la familia Bagdon en Darjeeling, cuya residencia era en Londres y visitaba la plantación con regularidad. Fue en uno de sus viajes que llevando a su hija más pequeña Margaret que la niña se enamoró de la plantación, pero lamentablemente no tuvo oportunidad de regresar ya que en su viaje de vuelta en el buque falleció por lo que su padre llamó al jardín como Esperanza de Margarita (Margaret’s Hope).
Las imágenes de esta región son impactantes por estar rodeada del los nevados picos del Himalaya, los arbustos de estas plantaciones crecen lentamente debido al clima frío de la zona, con lo que la producción es limitada y su valor comercial es muy alto, es en este contexto que transcurre la historia de Benoy Thapa y toda su familia trabajando en las plantaciones de té, que con el acontecer de los años le permitió participar en la construcción y edificación de la empresa Thunderbolt Tea (Rayo de té) con unas de las mejores plantaciones de la región de Darjeeling, y en este caso con el té Second Flush Margaret’s Hope Silver Moon.
Una de las mejores recolecciones del té de Darjeeling se da a finales de mayo y junio que es la segunda como en el caso de este maravilloso Silver Moon, y de las tres infusiones, la segunda es la que mantiene las mejores concentraciones tanto en la parte aromática como en la gustativa. Las hojas son grandes, poseen el formato similar a la luna con colores que van desde el marrón, dorada y otras más finas de plata (de allí su nombre).
El color que presenta este té es de un ocre brillante, con aromas a moscatel típicos de Darjeeling, se expresan tenues notas de pasas de uva, mango, algo de nuez y en boca muy frutado, una equilibrada acidez y un ligerísimo sabor salado tan sorprendentemente combinado con lo dulce que algunos tés negros de esta increíble región suelen expresar.
Lo cierto es que en este contexto, beber un licor con las características y cualidades de este té de Darjeeling nos transporta irremediablemente a abrir nuestros inquietos sentidos para poder percibir el encanto de la diversidad de culturas que han sembrado días y noches de sueños cada uno de estos jardines paradisíacos. Bon Appetit.

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